Beneficios y Consejos para la práctica de ciclo indoor
¿Has visto en el gimnasio las
clases de ciclo indoor y te han tentado? ¿No te animas porque parece muy dura?
Pues, nunca sabrás realmente de qué se trata si no lo pruebas.
Pero debo advertirte, que si lo
haces, tal vez te guste tanto que no puedas dejar de practicar. Y eso es bueno,
porque esta ejercitación además de ser divertida, ofrece muchos beneficios
físicos que te vendrán de maravillas.
¿Preparado? Te contaré por qué y
cómo montar estas bicis que si bien no giran, te llevarán lejos.
¿Por
qué practicar ciclo indoor?
Para responder a esta pregunta podría tener muchas
respuestas. Sin embargo, voy a dejar que responda la ciencia por mí.
Una revision ealizada en 2019 permite acceder a los resultados de varios estudios sobre el
tema, concluyendo sobre los principales beneficios de esta práctica:
- Permite bajar de peso sin perder masa muscular
(objetivo que todos perseguimos).
- Ayuda a disminuir el colesterol total, el LDL
y los triglicéridos cuando se lo combina con una dieta adecuada.
- Contribuye a disminuir la presión diastólica y
sistólica tras seis meses de práctica, combinado con una dieta propicia.
- Mejorar la capacidad aeróbica si lo practicas
más de tres meses.
¿Cómo
practicar ciclo indoor?
Ahora que ya sabes los motivos por los cuales
incorporar esta práctica a tu vida, te daré algunos consejos para que puedas
aprovecharla mejor:
1. Ajustar la bicicleta correctamente:
Si no logras que la bicicleta
indoor se adapte a tus necesidades de seguro que no tendrás
una práctica cómoda y además perderás efectividad. Por eso recuerda estas
simples sugerencias:
- Sillín: ubícalo
a la altura de la cadera. El objetivo es que al pedalear la pierna no
quede ni muy flexionada ni muy estirada. También asegúrate que no esté ni
muy adelante ni hacia atrás. Una forma simple de verificar esto es que la
rodilla al pedalear nunca sobrepase la punta del pie.
- Manillar: te
recomiendo ajustarlo a tu gusto con la única salvedad de verificar que tu
espalda esté correcta.
- Pies: mantenerlos siempre paralelos al piso.
2. Elige ropa adecuada:
Claro que puedes ir a tu clase con la ropa que gustes,
pero debo ser franco y decir que con algún tipo específico de prenda tendrás
mucho mayor confort. Atento a estas recomendaciones:
- Zapatillas: elige
unas con buen agarre y confortables. Existen modelos especiales, pero con
elegir un par con buen calce y buena suela suficiente.
- Ropa: elige
opciones cómodas pensando que vas a sudar y mucho. Algunos prefieren usar
pantalones de ciclismo para mayor confort.
- Mallas y muñequeras: pueden
ser muy efectivas para absorber el sudor y evitar secarse a cada rato.
- Guantes: pueden ser
un acierto para un agarre más agradable.
- Toalla: siempre
cerca para quitarte el sudor cuando necesites.
Todo ese sudor que se genera es líquido que tu cuerpo
pierde y necesita de algún modo reponer. Por eso, no puedes irte a tu clase sin
llevar una buena botella de agua que tengas siempre a mano.
Habrá espacios en la práctica en que el instructor
sugerirá hidratarse, pero hazlo siempre que lo necesites.
4.
Ritmo, calentamiento y estiramiento.
Aquí mis últimas recomendaciones:
- Nunca comiences la clase sin realizar un
calentamiento previo con estiramientos y un pedaleo tranquilo de al menos
diez minutos.
- Disminuye el ritmo cuando te sea necesario
durante la práctica, pero nunca dejes de pedalear.
- Al finalizar la clase toma tiempo para estirar
las zonas trabajadas y para relajar aquellas que puedan haber sentido
tensión durante el ejercicio.
¿Qué más te hace falta? Nada. ¡Cálzate las zapatillas
y a rodar!
Sobre el autor Jorge
Gómez
Fundador
de Skilledfitness.com. Apasionado del
mundo del fitness y del deporte. Defensor de la ciencia como base fundamental
para dominar tu físico. Autodidacta por naturaleza e investigador del cuerpo
humano. Te ayudo a cumplir tus objetivos y a estar en forma con la ciencia del
deporte.
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