El reto de Nadar el Canal de la Mancha
El Canal de la Mancha es uno de los mayores retos de la
natación de larga distancia, no solo por la distancia en línea recta de 33 kms
y 42 de recorrido sino también por las frías corrientes que lo atraviesan. El
estrecho es la separación marítima entre el
norte de Francia e Inglaterra.
Todo esto unido a las condiciones de participación tan estrictas que establece la Asociación de Natación en el Canal (Channel Swimming Association), hace que sean muy pocos los nadadores que han podido inscribir su nombre en la lista de finishers.
La primera persona en cruzar el Canal de la Mancha fue el capitán Matthew Webb, en el año 1875, en contra de las opiniones médicas de la época que decían que era fisiológicamente imposible. Bien engrasado con aceite de marsopa para protegerse del frío, Webb se tiró al mar desde el muelle Admiralty en Dover a las 12:55 del 24 de agosto. Le acompañaba una pequeña flotilla de barcos que transportaban árbitros y periodistas, deseosos de difundir el histórico evento.
Durante más de 5 horas luchó contra la corriente junto
a la costa de Calais, teniendo ya a la vista el destino final, pero Webb
perseveró hasta hacer historia y a las 10:40 del 25 de agosto, surgió del mar
en la playa de Calais. Su agotador maratón de 21 horas y 45 minutos acababa de
demostrar que sí era posible cruzarlo a nado en solitario, abriendo así las
puertas a cientos de nadadores que lo han intentado a lo largo de estos 140
años.
Las reglas de la CSA
Los intentos de cruce del Canal de la Mancha se rigen por unas normas
muy estrictas, que persiguen que las condiciones de nado sean las mismas para
todos, iguales a las del primer nadador que lo consiguió.
No se permite ninguna ayuda artificial para el cruce
del Canal, excepto gafas, gorro (no de neopreno), pinzas para la nariz, tapones
para los oídos y un bañador clásico, sin mangas ni perneras y de un material
que no ofrezca ni protección térmica ni flotabilidad. Sí que está permitido que
los nadadores se unten de grasa todo el cuerpo antes de nadar.
El nadador debe entrar al mar desde tierra firme, con todas las partes
de su cuerpo fuera del agua y debe terminar en tierra firme, o bien tocar los
acantilados de la costa opuesta, siempre que no sea posible treparlos.
Durante la
travesía el nadador no podrá tener contacto físico directo con ninguna persona.
Los tiempos se
miden desde que el nadador entra en el agua, hasta que llega a tierra.
El Observador designado por la CSA es el único responsable del
cronometraje de la prueba, así como del cumplimiento de las normas, siempre
sujeto a la ratificación del Comité.
Cualquier
persona que quiera realizar el cruce del Canal con reconocimiento oficial debe:
1. Hacerse socio de la CSA (39 libras).
2. Reservar un piloto registrado en la CSA, con al menos 1 año de antelación.
Actualmente sólo hay 7 pilotos registrados, siendo su coste de unas 3000
libras.
3. Registrar su intento en la CSA y pagar las tasas antes del 30 de abril
del año en el que se nada. Las tasas son aproximadamente 400 libras.
4. Realizar un nado previo de al menos 6 horas en aguas frías entre 10º y
16º.
5. Organizar su viaje y alojamiento para permanecer varios días en Dover,
hasta que las condiciones climáticas sean las idóneas.
6. Ponerse en contacto con la secretaría de la CSA, para que se registre su
éxito en la travesía.
Guatemaltecos que han logrado el Reto
Edgar Danilo López, 20 de septiembre de 1965.
Luis José Serra, 23 de agosto 2002.
Yesenia cabrera, 16
de Julio de 2008.
Fuente andyortegablog.wordpress.com
Prensalibre.com
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