6 RAZONES POR LAS QUE NO CONSIGUES PERDER PESO CON EL RUNNING

6 RAZONES POR LAS QUE NO CONSIGUES PERDER PESO CON EL RUNNING

Aunque para muchos el running sea una pasión y haya quienes corran para preparar una carrera, la realidad es que muchas personas deciden empezar a correr porque quieren bajar de peso o simplemente mantenerse en forma para llevar una vida más sana. Correr no siempre es placentero, pero desde luego es un ejercicio efectivo si se hace con el objetivo de perder peso… y cualquier excusa es buena para disfrutar de ese dulce que tanto nos gusta, ¿verdad?

Hoy analizaremos por qué no estás viendo resultados tan rápido como habías imaginado o incluso por qué puede que hayas ganado algo de peso.

Si eres consciente de lo que realmente le estás dando al cuerpo puedes mantener el peso con el que te sientas más a gusto, sin tener que hacer grandes sacrificios. Sabemos que correr puede resultar muy duro, por eso queremos ayudarte para que te resulte más fácil cosechar frutos.

QUIZÁS TE PREGUNTES SI HAY ALGO QUE ESTIMULE LA PÉRDIDA DE PESO…

Desgraciadamente, muchos de los que empiezan a correr para perder peso se sienten frustrados y tiran la toalla porque no obtienen los resultados deseados o porque terminan incluso ganando algo de peso.

1. LA BÁSCULA ENGAÑA

Sí, muchos nos subimos a la báscula para ver si ha habido progresos, pero no deberías obsesionarte con los números porque esa cifra solo te indicará el peso absoluto, lo cual no te explica realmente qué sucede en tu cuerpo.

Imagina un ejemplo simple como beber un galón de agua y verás que tu peso aumenta hasta 3,8 kg. ¡Suena a anécdota, pero demuestra que el peso absoluto que ves en la báscula no corresponde exactamente a los cambios físicos que experimentas!

2. MÁS CANTIDAD DE AGUA

Cuando aumentas la intensidad de los entrenamientos tu cuerpo empieza a retener y almacenar agua para reparar las fibras musculares y distribuir glucógeno a los músculos activos.

Asimismo puede que bebas más agua de lo normal para hidratarte bien después de correr y, como ya hemos comentado anteriormente, esto añadirá peso adicional a la báscula.

3. EL MÚSCULO PESA MÁS QUE LA GRASA

Claro que no ganarás masa muscular de un día para otro, pero con el tiempo notarás que tu cuerpo empieza a desarrollar músculo y a quemar grasa.

Esto añadirá kilos a la cifra que verás en la báscula, pero no te preocupes: ¡se trata de un cambio positivo! En este caso estarás reemplazando tejido adiposo de baja densidad por tejido muscular de alta densidad que te ayudará a correr más rápido y estar más en forma.

Sin embargo, si entiendes el mecanismo del cuerpo comprenderás mejor ese aumento de peso que se da al principio y mantendrás una actitud positiva durante todo el proceso: sabrás que las mejoras en la salud vendrán con el tiempo y que tu marca mejorará eventualmente.

4. QUERER VER RESULTADOS A CORTO PLAZO

¿Sabías que medio kilo equivale a unas 3500 calorías? Por lo tanto, si quieres perder peso de forma saludable deberías reducir entre 300 y 600 calorías al día (la cantidad varía en base a diferentes factores… ¡no todos somos iguales!). Esto te ayudará a perder entre 0,5 y 0,9 kg a la semana. Eso sí, recuerda no obsesionarte con la báscula: pesarte cada mañana no te servirá para tener más información sobre tu progreso.

Del mismo modo que no deberías esperar una bajada de un minuto en tu marca de 5K tan solo una semana después de empezar a entrenar, tampoco deberías obsesionarte con bajar 2,3 kg en tan poco tiempo… ¡no sería saludable ni realista!

5. COMER DEMASIADO PARA COMPENSAR EL TRABAJO

Correr es uno de los ejercicios físicos que más calorías quema, pero esto no significa que después de entrenar puedas comer cualquier cosa y aún así bajar de peso. Lo de “hoy he corrido una hora, así que me lo he ganado” no justifica que consumas una cantidad elevada de alimentos no saludables.

Muchos runners se juntan para disfrutar de un desayuno colosal después de haber salido a correr juntos. No obstante, ten cuidado con este tipo de comidas: un frappuccino bien dulce y un trozo de tarta echarán a perder cualquier deficiencia calórica que haya creado tu cuerpo al correr. Con el running se pueden quemar muchísimas calorías, pero tienes que andar con cuidado con las comidas de alta intensidad energética que no te aportan nutrientes de calidad.

Además, para que tus esfuerzos no sean en vano, necesitas proporcionar a tus músculos una cantidad suficiente de carbohidratos y proteína para que se recuperen como es debido. ¡Recuerda que una alimentación equilibrada es la base de una vida saludable!

Fuente: www.runtastic.com

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